Preparation Manual

(Narrator):

El mito de la ardilla viajera decía que en la Antigüedad una ardilla podía recorrer la península ibérica de costa a costa a través de las copas de los árboles, lo cual indica la enorme extensión de bosques que existía en la Antigüedad en España. Recuperarlos hoy en día no es una tarea fácil ni tampoco rápida, pero es posible intentarlo. Por eso, desde la fundación Más Árboles ha nacido un proyecto llamado "El camino de las ardillas", con el que se pretende recuperar parte del patrimonio forestal desaparecido. La idea es crear un pasillo o corredor ambiental a través de los sistemas montañosos que atraviesan la península ibérica de sur a norte, es decir, desde Tarifa hasta el Parque Nacional de Cévennes en Francia. Con el camino de las ardillas no sólo se reconquistarán los bosques sino que se hará posible que exista una continuidad entre ellos. Y esta continuidad es la que hará más fácil la vía hacia el norte que animales y plantas deberán recorrer en su adaptación al cambio climático. Pero como para que el plan funcione lo primero que hay que hacer es un trabajo de señalización de una gran red de caminos, desde el día 1 de agosto Juan Valero, creador de la fundación, realiza una marcha inaugural que durará hasta noviembre, en la que además de señalizar el camino coteja la información gráfica de la que se dispone.

Claro que no está solo porque para que el proyecto cumpla sus objetivos cuenta con la colaboración de voluntarios y profesionales que trabajan para elaborar una base de datos y un sistema de información geográfica donde se registren apuntes sobre los usos del suelo, la vegetación potencial y reseñas socio-económicas de interés. Una vez conocido el terreno sobre el que trabajar, la plantación de los árboles correrá a cargo de empresas de la región que de ese modo fomentará el empleo local y contará con la participación de profesionales discapacitados, demostrando así la eficacia de su integración social en el sector ambiental. Dar impulso a estas actividades forestales que desde hace tiempo han perdido interés económico, no solo incentivará el desarrollo rural y la cohesión territorial, sino que creará puestos de trabajo y potenciará las tecnologías verdes que ayudarán a generar riqueza en zonas deprimidas.

Josefina Maestre, Radio 5, Todo Noticias.

(Narrator):

El Museo Guggenheim en Bilbao se abrió en 1997 y ha creado lo que se denomina hoy el efecto Guggenheim. Esto es, eh, se cree que, bueno, gracias a ello una ciudad industrial se ha convertido en una ciudad de servicios. Hasta la fecha, hasta 1997, repito, que fue cuando se abrió el museo, Bilbao no estaba en el mapa turístico, y bueno, era una ciudad industrial que había sufrido mucho en la reconversión industrial de los años ochenta. Se decidió hacer el Museo Guggenheim, que es una fundación que reside en Nueva York y el arquitecto fue Frank Gehry. Al mismo tiempo, se hizo un metro y se puso a Foster para que hiciera las entradas del metro. Entonces, lo que ha ocurrido es lo que se denomina el efecto Guggenheim, es decir, que una atracción turística puede llevar a que de una ciudad desconocida para el turismo, todo el mundo venga a verlo porque no solamente el continente, es decir, las exposiciones que hay, sino el contenido. Y también la repercusión que ha tenido en la ciudad. Así, por ejemplo, eh, podemos ver que el Museo de Bellas Artes, que era un museo que siempre había estado, ahora tienen exposiciones importantes como la de Fernando Botero o Antonio López con grandes colas. Eh, se han hecho palacios de congresos, por ejemplo, una fábrica que era, era una fábrica naviera Euskalduna Palacio de Congresos con un restaurante que tiene estrella Michelín y siempre está lleno. Ahora cada vez se ven más turistas. Hace veinte años era imposible encontrar turistas en Bilbao. Hoy en día los encontramos ingleses, franceses, italianos en el Casco Viejo, y además muchos cruceros hacen parada en Bilbao, ¿no? Este efecto Guggenheim ha habido ciudades que lo han intentado de copiar, pero con bastantes, bueno, con desiguales resultados, eh, bastante negativos. Eh, Bilbao, pues es una ciudad en la que se come muy bien, hay muchísimas cosas que ver y es una ciudad de tamaño, digamos, medio, ¿no? eh, con una actividad cultural de primera. Destacaría, por ejemplo, la ABAO, la afición a la ópera, con un teatro y, bueno, destacaría el casco medieval y las zonas decimonónicas que hay.